Bajo el liderazgo de los formadores de la Delegación Católica para la Cooperación
François BONDON y Xavier SARRAT, nos ayudaron a comprender mejor lo que es la cultura.
Con mi cultura, yo me expreso a mi manera.
La cultura es una respuesta al entorno, es un sistema que el hombre ha llevado a cabo para vivir correctamente. Todas y todos somos portadores de una cultura que va evolucionando a lo largo de la vida. Toda flor, como todo ser humano es único y diferente de su vecino. A menudo solemos percibir del otro un único aspecto, el que nosotros queremos o el que él quiere que veamos. Vamos al encuentro del otro portador de una cultura y no al encuentro de una cultura. Porque la cultura se encarna en el ser humano.
Al mismo tiempo somos personas reproductoras y transformadoras de la cultura. Toda persona o grupo cultural tiene sus modos de vivir la relación con su cuerpo, su percepción del espacio y del tiempo, la estructura familiar (el sistema de parentesco, reparto de los papeles hombre/mujer) el tipo de socialización (la acogida, el don, la educación…). Los ritos y creencias y otras muchas costumbres pueden chocarnos y con frecuencia lo hacen.

¿De qué modo podemos dominar el impacto cultural para una mejor convivencia ?
Darnos cuenta de que somos diferentes, de que hay que aceptar y vivir el conflicto. Buscar el conocer al otro, ser conscientes de que hay que ir por delante de sus fantasías, de sus prejuicios, de sus estereotipos. Abrirse para encontrar al otro. Escuchar profundamente, dialogar con el otro sin juzgarlo. Adaptarse, interesarse por el otro. Expresar sus sentimientos, sus necesidades y formular sus solicitudes.
Vivir la internacionalidad y el reencuentro intercultural como Ursulinas de Jesús.
En primer lugar estamos llamadas a centrarnos en Jesús, alimentarnos de Él. Porque es El quien nos llama y nos envía. Después tenemos que conocernos mutuamente, dialogar en profundidad, escuchándonos, sin juzgar…Resumiendo : encarnar los elementos que acabamos de citar.
Presentes de siete países diferentes, somos herederas de una larga historia
Todos los grupos han demostrado tener mucha creatividad
Las sesionistas de cada « Realidad Misionera » pusieron todo su esfuerzo en imaginar cómo dar a conocer a las demás su país y su inserción apostólica : las hermanas de España utilizaron botellas pequeñas de ¡aceite de oliva !
Por todos los lugares en los que estamos presentes acogemos nuestras realidades con mucha esperanza y con el deseo de vivir el compromiso misionero hasta el final.

Probar juntas nuestra diversidad cultural
Todas llevábamos en nuestras maletas productos de nuestro país para la comida internacional. Completamos lo que nos faltaba con algunas compras por las tiendas de Chavagnes. Qué gozada el cocinar juntas para que las demás probaran los sabores de nuestro país de origen o el descubrir y apreciar otros sabores, hasta ahora desconocidos, o descubrir nuevos platos que, a lo mejor, no podremos imitar.

¡Qué belleza ! ¡Qué gozada ! ¡En verdad era la fiesta del alimento ! Nuestra diversidad cultural expresada por la alimentación ! En Niort, siguiendo los pasos del Père Pécot en tiempos de la fundación
Sr Jeannine Barbot fue nuestro guía por la ciudad de Niort ; nos contó algunos episodios de la vida de las primeras hermanas que se pusieron al servicio de los niños y de las familias pobres en el barrio del Puerto.

Este recorrido por el pasado fue para nosotras un momento de gracia y de admiración. Nos dejamos educar por su humildad, su ánimo, su celo misionero. Un hombre atento a las urgencias de su tiempo.
Estamos muy agradecidas a la comunidad de Sainte Marie de Niort por su acogida : nos obsequió con una comida de fiesta.

Terminamos esta peregrinación con la celebración eucarística en la que renovamos los votos.
Un baile para nuestras hermanas mayores del Sagrado Corazón de Chavagnes
Participamos con nuestras Hermanas en la celebración eucarística del domingo, en la que también estuvieron residentes laicos y parroquianos.

Después de esta celebración, las Hermanas nos ofrecieron un aperitivo. A cambio nosotras les obsequiamos con un baile. Sr. Olga bailaba con una botella en la cabeza siguiendo el ritmo que daban las Malgaches ; las hermanas de los demás países iban entrando en el baile.
