
Animado por Anne Chapell, Superiora general de la Congregación del Sagrado Corazón de Jesús (Saint Jacut – Francia) en el que ella había participado recientemente, con ocasión de la Asamblea de la Realidad Misionera de Francia. Con la colaboración del Círculo Sara, se puso en marcha la organización para el mismo. En la Residencia María Reina de los Molinos (Madrid), en pleno campo de la sierra del Guadarrama, nos reunimos los días 29 y 30 de Abril. Llegábamos, como siempre, con una disposición muy positiva, con ganas de recibir, juntas, recursos para alimentar nuestro empeño de vivir en la mayor plenitud, esta etapa. Abiertas a integrar nuevas propuestas, métodos, enfoques que nos ayuden a mantener nuestro tono vital, a nivel personal y comunitario. Y nos pusimos a ello, con la suerte de contar con Anne, tan cercana, positiva y dinámica que nos fue iluminando sobre el tema :

Todo ser humano, por el hecho de serlo, es ya vulnerable. La vulnerabilidad es la capacidad de dejarse herir, afectar, una disposición a ser quebrantado.
Hay tres tipos de vulnerabilidad :
- Física,
- psicológica y
- espiritual
según el nivel al que afecte, y la capacidad de resistencia.
Cuando gestionamos nuestra vulnerabilidad en sentido positivo, se llama resiliencia. Hoy se vive esta experiencia acumulada de la vulnerabilidad : la personal, la institucional… a todo nivel. Fragilidad y vulnerabilidad conviven en nosotras…y ambas constituyen una oportunidad para vivir la reciprocidad y la mutua ayuda en comunidad ; una oportunidad para la comunión. Para ello, ahondamos en la lectura de nuestra vida personal y comunitaria, constatando aquello que influye en nuestras relaciones.
Mayor conocimiento personal
- Nuestras capacidades y trabas para vivir en comunidad.
- Las motivaciones, “puertas” para entrar en la vida religiosa, que nos llevaron a elegir el camino de la vida consagrada. La de la emancipación, el desarrollo personal, buscar un determinado status social, vivir el compañerismo, el compromiso activo, la ascesis, y/o la experiencia espiritual, siguiendo a Jesús ?. Nos preguntamos :¿en qué estoy ahora ?, ¿a qué motivación corresponde la vivencia de mi consagración, hoy ?.Retomamos todas estas motivaciones para explicar por qué hoy día hay tan pocas vocaciones, cómo ahora esas motivaciones no constituyen un reclamo para las jóvenes.
- Las diferentes etapas de nuestra historia, momentos de “duelo”, de “pérdidas” acentuadas en estos momentos, que nos afectan y que tratamos de integrarlas en procesos que las reconducen : desde la resistencia, el enojo, hasta la aceptación…
Las relaciones comunitarias.
- Los diferentes tipos de inteligencias que nos complementan o dificultan nuestra vida cotidiana : lógica, lingüística, artística, interpersonal, etc.
- Los diferentes niveles de escucha : Comunicación- : Escucha descarga, factual, empática, generadora…
- Necesidades que sentimos en nuestra comunidad para crear un ambiente de armonía y belleza. De ahí la incidencia de los grupos en constatar que lo que más nos urge vivir ahora en la comunidad es el Reconocimiento de cada hermana, y una mayor calidad en la comunicación.

Todos estos momentos de interiorización, se alternaron con unas dinámicas que nos permitieron intercambiar, aunque sea de manera rápida, con cada hermana del grupo, y llegar a sacar las conclusiones para todas. Fue una experiencia genial reconocida por todas. El día y medio vivido en este clima nos preparó para entrar enseguida en la preparación de la Asamblea de verano, perfilando ya, como Círculos, Polos y el grupo Ana que había participado también en el taller, nuestra presentación en la misma.