
Nirivilo es un Pueblito de la provincia de Linares - VII Región del Maule ubicado a 40 Km. de Constitución que había sido declarado patrimonio nacional debido a la antigüedad de sus edificaciones. Las construcciones coloniales datan de más de 100 años, casi la totalidad de las casas fueron destruidas. Las familias duermen en los patios a la espera de reconstruir las viviendas.
Muy queridas hermanas,
Un saludo lleno de cariño en la ALEGRIA DE LA RESURRECCION. Al regresar a casa después de pasar la Semana Santa en Nirivilo. Quiero compartir con todas ustedes lo que ha supuesto para mí esta experiencia intercongregacional solidaria de la Vida Religiosa con las zonas más afectadas por el terremoto. Tiempo de solidaridad que ha sido fruto del diálogo comunitario al recibir la convocatoria de CONFERRE.
Veíamos que nosotras no fuimos afectadas por el terremoto y que teníamos que aportar con un granito de arena a aquellos que lo habían perdido todo. Esta realidad nos movilizo profundamente y optamos por estar presentes siendo, yo la que podía ser enviada en esta oportunidad.
Nuestro equipo estaba formado por Elena, (chilena) Hija de Jesús, Teresa, Hija del Espíritu Santo, (mexicana) y yo (chilena). Tomamos el Bus desde Santiago hacia Constitución, bajándonos en el cruce de Nirivilo San Javier donde nos esperaba el Padre Luis Alberto Fuentealba, quien vive en Constitución. Íbamos con sacos de dormir, algo de comida para compartir con la gente y lo justo para la emergencia, llevando en el corazón la fuerte y única motivación : IR AL ENCUENTRO DE LAS PERSONAS, DE LAS FAMILIAS sin llevar nada programado, sin conocer el lugar ni las condiciones en que ellos estaban, sin saber con qué nos íbamos a encontrar, pero lo cierto era que el pueblo había sido destruido en la mayor parte de las viviendas.

Lo sorprendente es que a pesar de esta destrucción material las personas manifiestan una actitud de profunda confianza, fortaleza y agradecimiento a Dios por estar vivos y por tener la posibilidad de ser visitados y escuchados en lo que están viviendo : La incertidumbre de no saber hasta cuándo van a seguir las replicas que van terminando con lo poco que ha quedado en pie… de sentir el frío del otoño y que pronto llegará el invierno…la precariedad en la que están viviendo y el desamparo de la gestión de las autoridades no debilita su fortaleza y esperanza de salir adelante.
Este espíritu, este clima de acogida y confianza para abrirse a contar, a relatar su experiencia en un primer momento, luego con más serenidad su comunicación de lo que ha significado que el esfuerzo de tantos años se ha perdido en unos minutos. Se mezclan sentimientos de dolor, impotencia con el reconocimiento y agradecimiento a Dios que ha sido misericordioso con ellos por haberles dejado con vida. Para nosotras esta forma de enfrentar lo que han vivido y están viviendo nos cuestiona fuertemente por la capacidad que se ve en ellos de entereza y aún en el sufrimiento son capaces de reír, acoger y valoran el que se les vaya a visitar.
Conversando con ellos, palpábamos con fuerza que el aporte de la vida religiosa es contribuir en la reconstrucción de la salud mental y emocional. Los espacios de encuentro, de escucha, de acogida es todo lo que las familias necesitan para contar su historia de un antes y un después del terremoto. Sus esfuerzos, sacrificios, logros, esperanzas de toda una vida hoy día les plantea nuevamente el reto del esfuerzo y sacrificio para sacar a sus familias y a su pueblo adelante.
A partir de esta pequeña experiencia que hemos tenido la oportunidad de vivir, nosotras podemos afirmar que es posible y que ha llegado la hora de concretar esta llamada del Espíritu : llamada que veníamos intuyendo y diciéndonos de caminar hacia nuevos modos de vida religiosa misionera en intercongregacionalidad, con otr@ para dar respuestas allí donde la vida está amenazada. Vemos que tenemos que seguir discerniendo cómo seguir este acompañamiento que se ha iniciado.
Elena, miembro de la Junta de Conferre Nacional, llevará a la Asamblea los frutos de esta experiencia vivida en Nirivilo, con la certeza que es también el sentir de todos los equipos que participaron en esta primera misión solidaria a nuestro pueblo.
Rosa Arriagada.Udj
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