Este encuentro tiene lugar en Chavagnes del 10 al 15 de agosto de 2013
El Equipo internacional de la Familia, que se llama también « grupo motor », reunió a quince delegados/as de las diferentes ramas de la Familia en América, en África y en Madagascar y Europa. Cada delegado/a trajo consigo la cosecha recogida en los grupos de su país. El Sembrador sembró unas semillas de las que parte cayeron en tierra buena, pero otras en terrenos pedregosos. (Mt 13, 1-8). En la primera parte del encuentro dimos gracias por los frutos recogidos…. La cosecha …las semillas que han dado fruto…
Los encuentros nacionales que se han desarrollado en cada país han sido lugares de crecimiento por sentir la pertenencia a una misma familia y por el conocimiento entre los miembros de los diversos grupos. Fueron también ocasiones de formación.
Los encuentros en grupos pequeños fueron lugares para compartir la vida, la fe, la Palabra en profundidad. Son lugares donde se crean lazos de amistad, de solidaridad y de ayuda mútua, donde se desarrolla una sensibilidad social y un compromiso con los pobres, así como un compromiso eclesias en la parroquia, en la diócesis…
Los grupos han realizado actividades diversas : retiros, convivencias, novenas, actos de solidaridad, celebraciones del 25de marzo y 8 de diciembre, conferencias…
Se han descubierto « semillas originales », propias de algunos países : Grupos de niños los « Verbitos », en Chile, y en Caracas ha empezado una nueva fraternidad . En Francia ha surgido un grupo de « asociados » vinculados a una comunidad religiosa. La peregrinación de los grupos de UK/IR en Chavagnes se ha vivido como una experiencia espiritual donde « realmente estos días se ha acrecentado nuestro sentido de pertenencia como miembros de la Familia »…
Pero tampoco han faltado las dificultades…
Las distancias entre los grupos y la falta de recursos económicos para los desplazamientos…
El recurso del sitio internet incarnationweb.org está limitado, o por un vacío de red que no llega al país o por la falta de actividad para ponerlo al día y enviar artículos…
Falta también, para algunos grupos que empiezan, un proyecto de formación…
Para que crezcan nuevas semillas en nuestras tierras…
- Vivir el amor de Jesús Verbo Encarnado y la humildad de los misioneros.
- Compartir nuestro tesoro con los jóvenes, los niños e invitarlos a formar parte de la Familia de la Encarnación.
- Introducir la espiritualidad de la Encarnación en la vida.
- Multiplicar los gestos concretos de solidaridad, participación y generosidad.
- Favorecer la comunicación a todos los niveles…
- Un plan de formación, que sea un itinerario, que indique las etapas, y que estimule para progresar…
Jornada de reflexión y de formación
Marie-Pierre Cecchi y Jeanine Barbot nos han hablado de nuestros fundadores : el P. Baudouin y el P. Pécot, los dos « apasionados por la misión en el seguimiento de Jesús, el misionero del Padre ».
Los dos fueron hombres de su tiempo y, como hoy, no fue un tiempo fácil… « Entramos en una nueva era, decía L.M.B., tomemos el siglo como la revolución nos lo presenta… ». Los dos eran Misioneros incansables y educadores : " Daréis buenos frutos sólo si permanecéis unidos a Jesús y entre vosotros, si no, todo será cansancio inútil … Amad a vuestro pueblo…hablad siempre bien de ellos y , sobre todo, amad mucho a los pobres… »
El P. Antoine Gagnié nos ha ayudado a recibir la llamada de hoy de la Iglesia a la evangelización… Hace referencia a un documento sobre la evangelización, que salió poco después del Concilio, y que vale la pena, aún hoy día, ser leído y compartido : « Evangelii Nuntiandi » de Pablo VI. El P. Gagnié nos propuso tres actitudes para afrontar hoy, el desafío de la evangelización : proximidad – visibilidad – credibilidad …
Según esto para nosotros hoy…
¿Cuáles serían los acentos, las insistencia, a la luz de nuestros fundadores, para renovar nuestro ardor misionero y nuestros compromisos ? El compartir posterior lo trabajamos en un documento de ORIENTACIÓN. Documento aprobado por todos los delegados/as y enviado a los equipos de animación de cada país para que allí se elaboren sus proyectos, planes de acción, de formación, sus prioridades para los dos años próximos.
En nuestro encuentro también reflexionamos sobre la estructura de nuestra Familia, en los medios de comunicación entre nosotros , el sitio incarnationweb.org , la revista En Familia, nuestra financiación, las necesidades de formación… Nos marchamos con el corazón contento y enriquecidos con todo lo vivido y compartido. Nos vamos con el gozo y la esperanza, convencidos que nuestro carisma es nuestros tesoro y sintiéndonos más hermanos y hermanas…
| Algunas orientaciones Como miembros de la familia de la Encarnación, queremos renovar nuestro entusiasmo misionero y, como nuestros fundadores, dejar que nuestro corazón difunda por el mundo la pasión por el Evangelio. Sabemos que este fuego misionero es un don que ellos recibieron. Es Jesús el “Misionero del Padre”, por la fuerza del Espíritu . Este dinamismo espiritual es el único que puede infundir en nosotros esta misma pasión. Esta pasión por Dios y por el mundo es la que ardía en el corazón de nuestros fundadores. ¡Que este mismo Espíritu la reavive sin cesar en nuestros propios corazones ! Jesús, Verbo Encarnado, es quien nos llama, nos convoca y nos envía. A través de nuestro compartir estos días, hemos descubierto de nuevo, tres pilares o fundamentos de la Misión : La unión con Jesús : Este amor de Jesús que lo cultivamos cada día, en la oración, la contemplación, la adoración, la meditación de la Palabra acogida y compartida en nuestros grupos… El Espíritu de Jesús es quien va trasformando nuestras vidas y nos va modelando para que lleguemos a tener « los mismos sentimientos que Cristo »… La unidad entre los misioneros : La unidad es la fuerza de os misioneros. Sin ella, « sólo encontraremos mucho cansancio y pocos frutos » La unidad exige que cultivemos ciertas actitudes como : humildad, paciencia, tenacidad, bondad, acogida, respeto a las diferencias… Una mirada de amor sobre el mundo : Mirar con los ojos de Dios, para descubrir, con admiración, las semillas del Verbo depositadas en cada persona, en cada cultura. Una mirada sobre el mundo que despierta la compasión y la urgencia misionera para dar respuesta a sus necesidades. Ser Misioneros, que se dejan conducir “al hilo de la Providencia" a través de todas sus mediaciones : acontecimientos, llamadas de la Iglesia, necesidades del lugar… Donde Dios quiere… Vivir y servir, allí donde Dios nos ha conducido. Aquí y ahora. El resto es vana ilusión… En una actitud de humildad, de acogida, de respeto para con todos aquellos con los que Jesús nos rodea… |