

Mi agradecimiento a mis hermanas que me invitaron sabiendo mi devoción por Oscar Romero, que durante tantos años en el Comité Oscar Romero de Asturias y dos estancias en El Salvador con ursulinas y profesores del colegio de Gijón, que nos tocaron profundamente y nos abrieron a la solidaridad con el sufrido pueblo salvadoreño y en especial con el Movimiento Salvadoreño de Mujeres (MSM).
También doy las gracias a Miriam y mi comunidad, que me dieron su apoyo total con alegría e invitándome a compartir esta vivencia tan de Iglesia universal.

Qué gozo y gusto al estar junto a miles de salvadoreños, con lágrimas en sus caras de emoción al comprobar que, pese a la marginación que sufrió su Pastor por parte de sus hermanos obispos y al ser cuestionado por Roma, hoy la Iglesia le reconoce que su vida fue radical al estilo de Jesús, hasta entregar su vida.
De la homilia del 23 de marzo de 1980 de Monseñor Oscar Romero :
Yo quisiera hacer un llamamiento de manera especial a los hombres del ejército, y en concreto a las bases de la guardia nacional, de la policía, de los cuarteles :
Hermanos, son de nuestro mismo pueblo, matan a sus mismos hermanos campesinos y ante una orden de matar que dé un hombre, debe de prevalecer la Ley de Dios que dice : NO MATAR… Ningún soldado está obligado a obedecer una orden contra la Ley de Dios… Una ley inmoral, nadie tiene que cumplirla… Ya es tiempo de que recuperen su conciencia y que obedezcan antes a su conciencia que a la orden del pecado… La Iglesia, defensora de los derechos de Dios, de la Ley de Dios, de la dignidad humana, de la persona, no puede quedarse callada ante tanta abominación. Queremos que el Gobierno tome en serio que de nada sirven las reformas si van teñidas con tanta sangre… En nombre de Dios, pues, y en nombre de este sufrido pueblo cuyos lamentos suben hasta el cielo cada día más tumultuosos, les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios : ¡Cese la represión… ! ( Homilía del 23 de marzo 2015)
“Como cristiano, no creo en la muerte sin resurrección : Si me matan, resucitaré en el pueblo salvadoreño”. (Homilía del 23 marzo 1980)
![]() Monseñor Oscar Romero y Pablo VI
Recojo también las palabras del Papa Francisco sobre Pablo VI :
Pablo VI, siguiendo el ejemplo del apóstol del que tomó su nombre, gastó subida por el Evangelio de Cristo, atravesando nuevas fronteras y convirtiéndose en su testigo con el anuncio y el diálogo, profeta de una Iglesia extrovertida que mira a los lejanos y cuida a los pobres. Pablo VI, aun en medio de dificultades e incomprensiones, testimonió de una manera apasionada la belleza y la alegría de seguir totalmente a Jesús. También hoy nos exhorta, junto con el Concilio vaticano II, del que fue sabio timonel, a vivir nuestra vocación universas a la santidad. |
Yaseguraros que en estos días mi oración por la Congregación y nuestro mundo, tanto en la Plaza y Basílica de San Pedro, como en tantas otras Basílicas e Iglesias de Roma, ha sido continua e intensa.