El P. Baudouin y los judios

Resumen de una conferencia del P. Michel Remaud a la Amistad judeo-cristiana de Vendée.
El Padre Michel Remaud

El P. Michel Remaud, FMI, es director del Instituto Albert Decourtray, Instituto cristiano de estudios judios y de literatura hebrea. Durante su breve estancia en Francia a finales de febrero del 2010 y a petición del grupo « Amistad judeo-cristiana » de Vendée, ha presentado el P.Baudouin y los judios

Bajo la forma de cartas dirigidas a una joven religiosa, hace un comentario alegórico de cada uno de los versículos del Cantar de los Cantares compuesto por el Padre Baudouin en 1811. Después de haber anunciado que va a interpretar el libro aplicándolo al « alma religiosa » y a la Iglesia, se concentra rápidamente en la Iglesia. Su comentario le presenta la ocasión de exponer una eclesiología original alimentada por una lectura asidua de la Escritura…

Apoyándose libremente en el capítulo 11 de la Epístola a los Romanos, presenta a la Iglesia principalmente según una aproximación histórica y distingue en su historia tres periordos sucesivos :

La Iglesia primitiva de Jerusalén

Compuesta unicamente por judíos, « donde no había más que un solo corazón y una sola alma en todos los fieles. »

La Iglesia de las naciones

Corresponde al periodo de historia que es la nuestra, entre la desaparición de la Iglesia de Jerusalén y la parusía.

La Iglesia del fin de los siglos antes de la última venida de Jesús.

Esta sociedad estará compuesta sobre todo por judios. Los miembros de esta última parte serán más hermosos que la de los periodos anteriores.

Jacob y Raquel.

Esposo de Lea, Jacob (Jesús) está enamorado de Raquel, que ha sido amada la primera y quien será la última en casarse. Para el P. Baudouin, Raquel es la sinagoga, que sigue dormida, pero el Bien Amado le despertará cuando quiera. Que Lea no quiera despertala (quiere decir : que la Iglesia no intente convertir a los judíos). El esposo se encargará en el tiempo fijado por él. Cuando Raquel se despierte, la belleza de esta Iglesia de los últimos tiempos sobrepasará a la de los siglos precedentes.

El Padre Baudouin no ha frecuentado nunca una comunidad judía. Ignora todo sobre el judaísmo, que describe a través de lo que corría por su tiempo. La literatura talmúdica según él está constituida por « dos libros compuestos desde la toma de Jerusalen o la dispersión de los judíos, libros muy oscuros y llenos de falsedades…atestados de miles del fábulas y supersticiones. » Pero aún conociendo estos hechos , encuentra siempre para los judios circunstancias atenuantes y escusas : « ¡Su ilusión es esperar al Mesias ! ¡Amar al Mesías ! » Lo más notable es quizás el lirismo con el que expresa su amor a los judíos, a quienes llama sus « hermanos amados y queridos ». « ¿Quién despreciará a este pueblo… ? Yo lo amo ardientemente y quisiera devolverle lo que me ha dado con tanta liberalidad. Venid, judíos, somos vuestros amigos, o mejor : vuestros hijos. Vosotros sois la raiz, nosotros vuestras ramas, venid, os veremos, os querremos. »

La Biblia

¿Tendremos que buscar en otro lugar que no sea la Biblia, que es la fuente principal de inspiración, este amor particularmente original del pueblo judío ? Quizás, durante su estancia en Toledo, donde ha frecuentado a los "marranos" (judeoconversos de los reinos cristianos de la Península Ibérica que "judaizaban", es decir, que seguían observando clandestinamente sus costumbres y su anterior religión) le haya abierto los ojos sobre el misterio de este pueblo que ha sobrevivido a todas las pruebas de la historia y cuya supervivencia es humanamente inexplicable : « Por un milagro perseverante, los Judíos han existido desde Jesucristo, Nuestro Señor, mientras que los demás pueblos han desaparecido. »

Parece ser que el Padre Baudouin, inquieto por las interpretaciones imprudentes que pudieran hacerse de su comentario, haya intentado prohibir su difusión. Quizás, estos textos proféticos, que anticipan en más de un punto la enseñanza del Vaticano II, se han conservado providencialmente para nuestra époc ; su publicación en vida hubiera sido prematura.

P. Michel REMAUD

Para saber más :

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