De vuelta a Ecuador

Enviadas de dos en dos para misionar durante una semana a los campos de cacao

Nuestro Obispo quiso que las

religieuses fuéramos las primeras en ser enviadas para « la semana de misión » en los sectores más alejados y aislados para hacernos cercanas a los que están lejos, visitar a las familias, animar al o a los catequistas muchas veces poco apoyados, y para estimular a los cristianos en su fe, invitándoles a los encuentros.

El sábado 9 de marzo, éramos unos 6 o 7 grupos para ir de dos en dos hasta el sábado siguiente. Fui con una hermana joven, de Kenya, que sabía poco español pues sólo hace 6 meses que está aquí. Fuimos enviadas a misionar al campo sobre todo a los campos de cacao.

El obispo nos aconsejó que fuéramos con botas de goma (es la estación de las lluvias), con algún producto contra los mosquitos y un mosquitero y que nos preparáramos a escuchar todo sin extrañarnos por nada, a comer lo que se nos ofreciera (mucho arroz), a dormir en las familias o en la escuela.

Nosotras nos alojamos en una pequeña cabaña de madera,en el bosque, al lado de la iglesia. La primera noche, la vecina, catequista, nos preguntó dónde preferíamos lavarnos : en el río que estaba cerca o bien, ella podríaa traernos una palangana con agua para lavarnos fuera. Preferimos esta solución…

Para las comidas, venía a menudo un niño a buscarnos para llevarnos allí donde nos habían preparado la comida (arroz en las 3 comidas) pero muy bien cocinado y acompañado de huevos, pollo o queso del lugar.

Visitamos a las familias, pero, para reunirlas, nos hacían falta, efectivamente, las botas…y aventurarnos a pasar por puentes improvisados… Mi compañera no iba muy segura, pero, viendo que yo pasaba, también ella pasaba. Pudimos descubrir la vida de estas gentes, el trabajo difícil y poco remunerado del cacao : este año se compró a mitad de precio de los años anteriores…

Muchos hombres tienen que ir a buscar un trabajo a las ciudades con playas o a Esmeraldas y no vuelven más que para el fin de semana. Los fines de semana, las mujeres se van hacia las playas para trabajar allí.
Como estábamos en periodo de vacaciones, encontramos a muchos niños que habían venido a casa de su abuelo o de su abuela. En muchas familias, puedimos leer la Palabra de Dios y rezar. Después de comer reuníamos a los niños para diferentes actividades y por la tarde nos juntábamos con los adultos…

Fue una buena experiencia para descubrir algo más que la ciudad de Esmeraldas, comprender un poco mejor la realidad del campo y aportar un poco de apoyo a los animadores de comunidades.

En el barrio de Esmeraldas, el Viernes Santo, las músicas y los altavoces se callaron.

El lunes, martes y miércoles santos,

animamos los 3 días de « Pascua de adultos » con este Cristo de Javier (enviado para Pascua), con el tema de la FE.

1er. día : ¿En qué Dios creo ? ¿Y en qué Dios no creo ?
2º día : El Dios de Jesús, el Dios que cree en nosotros.
3er. día : Creer en Jesucristo me compromete.

Vivimos los días santos en nuestra parroquia…El viernes santo, día muy especial, incluso en nuestro barrio, que es normalmente muy ruidoso, ese día las músicas y altavoces estuvieron callados…durante todo el día (o casi).

El viacrucis de 14h a 16h, tuvo lugar en uno de los barrios llamado « Voluntad de Dios » : muchas personas, que no van a la iglesia habitualmente, ese día vinieron.

viacrucis


Por la tarde otro viacrucis en el Centro de la ciudad : hubo una gran muchedumbre con antorchas por las principales calles de la ciudad.

Termino este día de Pascua deseando a cada una y a cada uno : ¡Buena semana pascual !

Marie-Thérèse Boutin, UdJ, Cdad. de Esmeraldas
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