El calor de Madrid, más de 40º, fué un síntoma del ambiente que iba tomando cuerpo con la llegada de las hermanas de UKI, Italia, Francia y España y el recibimiento de las hermanas de la comunidad de Lagasca que iban a cuidar de que todas las infraestructuras funcionaran perfectamente.
El hilo conductor nos lo proporcionaron mujeres bíblicas especialmente significativas, Isabel y María de Nazaret, Marta y María de Betania, Miriam, Ruth y Noemí, Débora, que nos fueron marcando el contenido de la oración y las pautas de reflexión para cada día.
Vivimos momentos de experiencias fuertes con Paloma, religiosa que trabaja en el « Proyecto Esperanza » en ayuda a las mujeres víctimas de la trata con fines de explotación , y con Jean Paul, camerunés que llegó a España tras muchos meses de intentar superar las barreras que se han colocado en el norte de Africa y haber sufrido malos tratos, hambre, miedos. Reflexión y compartir profundos, pasando por encima de las dificultades del idioma.
No faltaron los paseos por Madrid y sus alrededores, la degustación de sabores típicos , el disfrute de algún espectáculo musical, la siesta..y sobre todo para no olvidar, el aprendizaje de lenguas, ¡Todo es posible ! y la fiesta puso punto y seguido a nuestra experiencia de la riqueza ursulina europea.
Punto y seguido porque esperamos que en el futuro sean posibles otros encuentros , otros compartires… sin miedos, con sueños llenos de esperanza, con deseos de conocernos mas allá de los tópicos para buscar caminos nuevos para poder transmitir la fuerza y el Espíritu de Encarnación que da sentido a nuestra vida.